La Biblia cita en muchas ocasiones el espíritu de la mentira, ya que conduce a los hombres y en algunas ocasiones a falsos profetas, a decir mentiras diversas con diferentes propósitos, pero todos tienen por sistema la motivación del egoísmo, puesto que la persona que miente siempre se propone y quiere conseguir algo, sin importarle las consecuencias que puedan acarrear, en prejuicio de sus semejantes.
El/la mentiroso/a dice a menudo lo que es falso, para que le tengan lástima o para que le ayuden por interés propio, en algunas ocasiones para poder manipular a los demás.
El/la mentiroso/a exagera en todo lo que dice y hace, para hacer creer a los demás, más de lo realmente es o para hacer creer o ver que lo malo no es tan malo.
El/la mentiroso/a quiere sin duda deshacerse de las consecuencias de sus acciones pecaminosas y no ser culpado/a de ello y irse de rositas como si nada.
El/la mentiroso/a se cree que es más listo/a que los demás y pretende abusar de los crédulos/as, pero esto tan solo es una falta de integridad hacia si mismo/a y hacia sus semejantes, que tan solo consigue colocarlo/a temporalmente por encima de los demás, hasta que su mentira es descubierta, que su reputación quede en entredicho y se venga abajo. La mentira tienen las patas cortas y se terminan quebrando.
El/la mentiroso/a nunca calcula bien su mentira y piensa que no será descubierto/a, pero sucede que tarde o temprano la verdad lucirá y sin poder detenerla saldrá a la luz. El mentiroso/a tendría que ser muy inteligente para no terminar cayendo en sus propias mentiras y eso no es posible, la mentira nunca puede triunfar. "Dios la Aplastara"
El/la mentiroso/a dice constantemente falsedades para manipular y gobernar la vida de los demás y siempre buscando sacar algún provecho, aunque este no sea correcto y lícito. Pero no le importa siempre y cuando consiga sus propósitos.
El/la mentiroso/a se va rodeando, envolviéndose poco a poco en una red, de la que cada día le resultara más difícil salir si no es capaz de detenerse a tiempo. Una mentira seguirá creando otra mentira y así sucesivamente. Llegando a conseguir que ya nadie pueda tenerle confianza y tampoco se hará merecedor/a de ella.
El Poder Destructor de la Mentira
Una persona que miente por sistema y se acostumbra a vivir entre mentiras, vive angustiada siempre, no puede disfrutar de un buen descanso, el mundo de la mentira es un mundo de esclavitud. Mientras que la verdad nos hace libres, aporta paz a nuestro corazón, nuestra mente esta en armonía, vivimos confiados/as y podemos disfrutar de un buen descanso. La Mentira siempre destruye y aniquila, la Verdad construye y crea. Los labios veraces se mantienen siempre, la lengua mentirosa solo un instante.
Aquellos que hablan con la mentira no cuentan con el respaldo de Dios, y sin percatarse le abren la puerta al enemigo o mejor dicho al diablo, que siempre está preparado y listo para entrar, robar, destruir y encadenar nuestra vida sin miramiento alguno. Sin embargo aquellos/as que son guiados por el espíritu de la verdad viven respaldados/as y protegidos/a por Dios y el Amor, que es fiel, amante de todos/as los/as que viven en el Espíritu de la Verdad.
Recordemos "Los Mandamientos de la Ley de Dios" que son un una Guía de Amor y Sanación para el ser humano, para nuestra Protección y Desarrollo Espiritual y que cuando los incumplimos y persistimos en actuar incorrectamente, nos traen multitud de sufrimientos. Los "Mandamientos de la Ley de Dios" son totalmente claros para quien lo desee comprender, "No Mentiras" es una Orden, no es una sugerencia, ni tampoco una frase que se pueda poner en duda.
¿Qué Dice la Biblia sobre la Mentira? "Citas Bíblicas sobre la Mentira"
(Juan 8:44-45) Hablando a un grupo de judíos Jesús dice: Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Él era homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando dice la mentira, habla de lo suyo porque es mentiroso y padre de la mentira. En cambio, a mi, porque os digo la verdad, no me creéis.
(Mateo 15:18-20) Pero lo que sale de la boca brota el corazón; y esto es lo que hace impuro al hombre, porque del corazón salen pensamientos perversos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, difamaciones, blasfemias. Estas son las cosas que hacen impuro al hombre. Pero el comer sin lavarse las manos no hace impuro al hombre.
(Lucas 8:17-18) Pues nada hay oculto que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a saberse y hacerse publico. Mirad, pues, cómo oís, pues al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.
(Santiago 3:14-18) Pero si en vuestro corazón tenéis envidia amarga y rivalidad, no presumáis, mintiendo sobre la verdad. Esa no es la sabiduría que baja de lo alto, sino la terrera ,animal y diabólica. Pues donde hay envidia y rivalidad, hay turbulencia y todo tipo de malas acciones. En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar, intachable y además es apacible, comprensiva, conciliadora, llena de misericordia y buenos frutos, imparcial y sincera. El fruto de la justicia se siembra en la paz para quienes trabajan por la paz.
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